El presente marcaba que turcos y celeste, luego de una apasionante serie, debían definir quién acompañaba a San Martín de Corrientes a jugar por un ascenso en la final del TNA.
Pero la historia dirá otra cosa…A las 20,45 horas el plantel del balneario esperaba en la puerta del hotel los dos patrulleros que acompañarían al colectivo hasta el estadio. El viaje todo bien. Diez minutos después la comitiva frena en frente del portón trasero del club Argentino, el encargado del operativo –Oficial Principal Pablo Fernández- constata que el portón está cerrado e indica al patrullero que estaba estacionado delante del micro que se dirija a la sede del club a avisar que habrán para poder ingresar. En ese ínterin Fernández comenta que en la puerta de la sede del club había simpatizantes y allegados al club local por eso decidió dar la vuelta en ingresar por la parte trasera del club. Mientras el utilero y chofer del micro abrían las bauleras para retirar los bolsos y cuando estaban a punto de bajar los jugadores, tres o cuatro individuos vienen corriendo por atrás del colectivo y al grito de “tomen putos…” tiran dos bombas de estruendo. Una debajo del micro sobre la izquierda y la otra en el sector de acceso donde estaban ubicados el chofer, el utilero y el oficial Fernández. En un primer momento el policía dio la voz de alto pero el estruendo le había perjudicado el oído izquierdo y se tuvo que apoyar en la pared para resistir el mareo. Al utilero y al chofer, la bomba, le explotó a centímetros de sus pies causando en ambos aturdimiento y roce de esquirlas de tierra y piedras, los dos fueron atendidos en el Hospital Municipal de Junín.
Al momento llegaron dos patrulleros más y una ambulancia para revisar principalmente al Oficial de Policía, quién después de varios minutos seguía dolorido. Cuando se tranquilizaron los ánimos, media hora después, la policía decidió hacer ingresar al plantel por la puerta principal del estadio, una vez allí y cuando nuevamente bajaba la delegación se acercaron simpatizantes del equipo local a increpar, amenazar e insultar a quién sea del equipo contrario. Viendo que era imposible retomar la tranquilidad y realizar el entrenamiento correspondiente, el cuerpo técnico decidió cerca de las 22 horas retirarse y dirigirse al hotel.
Se realizaron denuncias de los “incidentes y amenazas” en la Comisaría N ° 1 de Junín tomando intervención el juzgado correccional N° 2 a cargo de Luis Bedaza y la Fiscalía N ° 9 del departamento judicial de Junín.
La policía de Junín en todo momento acompaño a la delegación e igualmente paso lo relatado…
Una pena que unos pocos arruinen el trabajo de todos los que pensábamos que este partido sería una fiesta…
La historia dirá que todos los que trabajamos para esa fiesta del básquet nunca nos imaginamos que si una de las bomba explotaba antes de llegar al piso se podría haber transformado en una tragedia…
Juan Faccendini
Jefe de Prensa El Nacional Monte Hermoso
Pero la historia dirá otra cosa…A las 20,45 horas el plantel del balneario esperaba en la puerta del hotel los dos patrulleros que acompañarían al colectivo hasta el estadio. El viaje todo bien. Diez minutos después la comitiva frena en frente del portón trasero del club Argentino, el encargado del operativo –Oficial Principal Pablo Fernández- constata que el portón está cerrado e indica al patrullero que estaba estacionado delante del micro que se dirija a la sede del club a avisar que habrán para poder ingresar. En ese ínterin Fernández comenta que en la puerta de la sede del club había simpatizantes y allegados al club local por eso decidió dar la vuelta en ingresar por la parte trasera del club. Mientras el utilero y chofer del micro abrían las bauleras para retirar los bolsos y cuando estaban a punto de bajar los jugadores, tres o cuatro individuos vienen corriendo por atrás del colectivo y al grito de “tomen putos…” tiran dos bombas de estruendo. Una debajo del micro sobre la izquierda y la otra en el sector de acceso donde estaban ubicados el chofer, el utilero y el oficial Fernández. En un primer momento el policía dio la voz de alto pero el estruendo le había perjudicado el oído izquierdo y se tuvo que apoyar en la pared para resistir el mareo. Al utilero y al chofer, la bomba, le explotó a centímetros de sus pies causando en ambos aturdimiento y roce de esquirlas de tierra y piedras, los dos fueron atendidos en el Hospital Municipal de Junín.
Al momento llegaron dos patrulleros más y una ambulancia para revisar principalmente al Oficial de Policía, quién después de varios minutos seguía dolorido. Cuando se tranquilizaron los ánimos, media hora después, la policía decidió hacer ingresar al plantel por la puerta principal del estadio, una vez allí y cuando nuevamente bajaba la delegación se acercaron simpatizantes del equipo local a increpar, amenazar e insultar a quién sea del equipo contrario. Viendo que era imposible retomar la tranquilidad y realizar el entrenamiento correspondiente, el cuerpo técnico decidió cerca de las 22 horas retirarse y dirigirse al hotel.
Se realizaron denuncias de los “incidentes y amenazas” en la Comisaría N ° 1 de Junín tomando intervención el juzgado correccional N° 2 a cargo de Luis Bedaza y la Fiscalía N ° 9 del departamento judicial de Junín.
La policía de Junín en todo momento acompaño a la delegación e igualmente paso lo relatado…
Una pena que unos pocos arruinen el trabajo de todos los que pensábamos que este partido sería una fiesta…
La historia dirá que todos los que trabajamos para esa fiesta del básquet nunca nos imaginamos que si una de las bomba explotaba antes de llegar al piso se podría haber transformado en una tragedia…
Juan Faccendini
Jefe de Prensa El Nacional Monte Hermoso
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